Pies de Ciervas ¡Vivir en las Alturas!

Las ciervas son animales que se caracterizan por estar en las alturas. Son mamíferos muy ágiles y son capaces de correr a grandes velocidades para no ser alcanzados por los depredadores. Sus sentidos están bien desarrollados para estar alerta ante el peligro.

Una de las características que más llama la atención son sus patas. Estos rumiantes tienen patas largas y fuertes, con increíbles pezuñas que permite una sorprendente adaptación a los terrenos rocosos y montañosos. Estos animales tienen su habitad en las montañas y cordillera y por sus extraordinario diseño pueden subir sin ningún problema. 

Pueden huir de los enemigos con gran ventaja, pues las ciervas tienen la capacidad de correr entre las piedras y el bosque sin complicaciones.

Estar en lo alto significa estar fuera de peligro. Los depredadores no pueden llegar hasta ese lugar, ya que, para ellos sería imposible subir en esas condiciones.

El diseño de estos mamíferos es increíble. La biblia nos da una maravillosa lección en relación a los ciervos o también conocidos como venados.

Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace andar. -Habacuc 3:19-

De la misma forma como Dios ha hecho fuerte y resistente a los ciervos, así hará con nosotros. Dios nos promete estar en las alturas, de estar en nuevos niveles y con la capacidad de enfrentar al enemigo, a las circunstancias difíciles, a los desafíos de la vida y a los problemas que muchas veces nos agobian.

Al igual que los ciervos, los humanos caminamos en lugares difíciles, por caminos de piedras y llenos de grandes obstáculos de donde muchas veces salimos lastimados. Pero si estamos confiados en Dios y creemos en su palabra, Él hará nuestros pies como ciervas. Llegaremos a las alturas, seremos fuertes antes los problemas y las dificultades.

Dios es el único que puede hacer tales cosas. No requiero gran esfuerzo, solo buscar de él, seguir sus caminos y descansar en sus brazos, eso basta.

Habacuc estaba consciente de esto. El pueblo estaba en caos, la maldad se había disipado por todos lados y los problemas agobiaban por doquier. Pero finalmente entendió que su fortaleza estaba en aquel que lo formo. Su fuerza y su victoria estaban garantizadas con Dios.

Es momento de tomar la decisión y no estar más en zozobras, escalemos nuevos niveles y busquemos a Dios.

Alcancemos las alturas.