Pablo: Cartas desde la prisión - La Pluma de un Ángel

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lunes, 25 de febrero de 2019

Pablo: Cartas desde la prisión



Para estimular su creatividad, muchos autores eligen trabajar en un lugar con un bello paisaje. Sin embargo algunas de las más importantes obras de la literatura se originaron, increiblemente, en alguna celda.

Juan Bunyan escribió allí El Progresó del Peregrino. La vasta obra de Alejandro Solzhenitzyn tuvo su incepción detrás de los alambres de púa, y lo mismo sucedió con Dostoievski.

Algunas partes de la Biblia también fueron escritas en la prisión. Efesios representa una de las "cartas desde la prisión" de Pablo (junto con Filipenses, Colosenses y Filemón).

...por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar. (Efesios 6:20)

Con tiempo en sus manos

La prisión le ofrece a los autores un don precioso: tiempo para pensar y reflexionar. Cuando Pablo escribió sus cartas desde la prisión, ya no podía andar viajando de pueblo en pueblo, apagando los fuegos encendidos por sus enemigos.

Establecido en un ambiente lo suficientemente cómodo (posiblemente confinado a una casa), él pudo finalmente quitarse las sandalias y dedicarle su atención a exaltados conceptos.

A diferencia de las otras cartas de Pablo, Efesios no se ocupa de ningún problema urgente. Con un suspiro de alivio, al apóstol se pone a pensar en las más importante de todas las preguntas: ¿Cuál es el propósito supremo de Dios para este mundo?" Pablo contesta esta pregunta así:

"Reunir todas las cosas en Cristo, ...así las que están en los cielos, como las que están en la tierra" (Efesios 1:10).

Un enfoque positivo

El apóstol Pablo con frecuencia usó ejemplos tomados del campo del atletismo para ayudar a entender algún punto importante, y Efesios concluye con un alentador discurso para marchar adelante, tal como lo haría un entrenador con su equipo.

En consonancia con el estimulante estilo de esta carta, Pablo ni reprende ni previene, sino que dice,  

"Os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados" (Efesio 4:1).

Pablo ya ha enseñado que Cristo vive en cada cristiano, nosotros somos su cuerpo. Ahora exhorta a sus lectores a pensar seriamente qué significa representar a Cristo en el mundo.

Cuando la gente mira a los cristianos, ¿ven ellos las cualidades de Cristo? La segunda mitad de Efesios describe pasos prácticos hacia la madurez cristiana.

Pablo vincula cada nuevo pensamiento con su tema general, instándonos a amar como Cristo amó, a perdonar como Cristo perdonó, a sometemos mutuamente como lo haríamos para con Cristo.

Irónicamente, hizo falta la prisión para que Pablo se dedicara a esto. El libro de Efesios introduce casi cada pensamiento nuevo con una canción o una oración. ¡Con razón un famoso poeta llamó a Efesios "la más divina composición del hombre"

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