Aunque todos obtuvieron un testimonio favorable mediante la fe, ninguno de ellos vio el cumplimiento de la promesa. (Hebreos 11:39)
¿Qué es la fe? ¿Y cómo puede uno estar seguro de que la tiene? Algunos cristianos ven la fe como una fuerza casi mágica: si uno logra tener suficiente, uno prosperará, se mantendrá sano y vivirá una vida entera, dicen ellos. Pero, ¿cómo hace uno para "lograr" más fe? ¿Cuáles son las señales de una fe verdadera.
El autor de Hebreos se lanza a presentar una descripción detallada de la fe, incluyendo referencias a varias docenas de modelos biográficos. (Algunos han llamado a Hebreos 11 "El Museo de los Héroes de la Fe'.) "Sin fe", dice Hebreos en forma cortante, "es imposible agradar a Dios" (11:6).
No es lo que uno esperaría
Pero la descripción de la fe que surge de estos capítulos tiene algunas sorpresas. El escritor usa palabras y frases tales como "perseverar", "soportar", "no perder la esperanza". En muchos casos, los héroes citados no recibieron lo que esperaban; algunos terminaron siendo azotados o perdiendo sus posesiones o cubiertos de pieles crudas en vez de ropa (Hebreos 11:36-38). Muchos perecieron en muertes horribles.
La fe, sugiere el escritor, se parece más que nada a una carrera dificil. El corredor tiene sus ojos puestos en el premio para el ganador, y a pesar de insistentes tentaciones de aflojar el paso, se niega a hacerlo hasta después de haber cruzado la linea de llegada. "Despojémonos de todo peso", aconseja Hebreos (12:1). Levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas" (12:12).
¿Vale la pena seguir luchando?
¿Por qué se esfuerza la gente hasta el dolor para correr una durísima maratón? La mayoría de los participantes menciona dos razones: el sentido de recompensa personal que reciben y los beneficios fisicos del ejercicio. Las mismas dos recompensas tienen su validez en el ámbito espiritual: grandes son los premios que esperan a los que perseveran, y el proceso mismo de vivir por la fe desarrolla un carácter fuerte. En esta carrera, nadie pierde.
El que llega a la meta recibe el premio. Aquí, al igual que en otras partes de la carta" Hebreos exhibe a Jesús, que soportó grandes sufrimientos por nosotros (12:2-3), como el ejemplo definitivo.
La fe que se describe en Hebreos no viene recubierta de azúcar; Dios no le garantiza a nadie una vida de lujos y descanso. Es una fe rigurosa: consiste en un compromiso constante de creer en Dios a pesar de todo, y un compromiso constante de aferrarse a él, pase lo que pase.
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Hebreos 11:6
No hay comentarios:
Publicar un comentario