Pablo, de fariseo a un trascendental misionero

Saulo el fariseo (más tarde llamado Pablo) era ejemplar en su fervor religioso, y apoyaba sus convicciones con acciones inmediatas y audaces. Nadie podía dudar de su sinceridad. 

El Apóstol Pablo interpretado por el actor Hugh Jackman - Archivo

Su prioridad era erradicar la iglesia de Jesucristo, pues él pensaba que esto era lo que Dios quería que hiciera. Persiguió con saña a los primeros cristianos. Un día Jesús confrontó a este orgulloso líder religioso en el camino a Damasco. Él intervino en la vida de Saulo cuando este vivía impulsado por un airado fanatismo religioso.

Aunque Dios cegó a Saulo físicamente, le dio una clara visión espiritual. En un momento Saulo se humilló y comenzó a andar por el camino hacia la recuperación. Dios lo liberó de la mentalidad legalista que había controlado su vida. Saulo había experimentado el poder transformador de Dios.

"Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús", (Filipenses 3.13-14).

Con el mismo tipo de dedicación e intensidad que antes había mostrado como fariseo, Saulo, ahora llamado Pablo, salió a hablarle al mundo acerca de Jesucristo. Soportó enfermedades, rechazo y repetidos ataques a su vida, con el fin de llevar el mensaje del perdón de Dios a las personas necesitadas.

Habló ante judíos, griegos y romanos. Defendió su fe ante reyes y emperadores. Cuando su vida llegaba al final, la mayoría del mundo mediterráneo había sido alcanzada con el evangelio. Este antiguo fariseo se convirtió en el misionero más importante de la iglesia primitiva. 

Al regocijarnos por la transformación en la vida de Pablo, es importante que recordemos que este cambio ocurrió debido a la maravillosa gracia de Dios. En un principio, él era sumamente disfuncional, movido por su desubicada pasión. Como resultado de su conversión, sin embargo, fue liberado de sus actitudes y conductas enfermizas.

Nosotros también podemos experimentar esta transformadora y libertadora gracia de Dios. Podemos ser sanados y transformados sin importar cuán oscuro sea nuestro pasado o cuán a grandes hayan sido nuestros errores.

Fortalezas y logros:

• Pablo mostró una entrega total a las causas en las que creía.
• Fue un brillante portavoz de Jesucristo.
• Después de su conversión ya no lo impulsaba el logro de sus propios intereses.
• Pablo fue, en gran medida, responsable del dramático desarrollo del evangelio.

Debilidades y errores:

• Antes de su conversión, Pablo quería destruir la iglesia de Jesucristo.
• Antes de ser creyente, Pablo negó con vehemencia la verdad sobre Jesús.

Lecciones para nuestra vida:

• El fervor y la energía solos no impresionan a Dios ni hacen que una persona sea exitosa.
• Cualquier persona puede ser sanada de su pasado y encontrar esperanza para el futuro.
• No importa cuándo comencemos la recuperación, siempre podemos impactar a otros. 

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Referencias:

• La historia de Pablo se cuenta en Hechos 7-28. 
• Puede encontrarse información adicional en las varias cartas que él escribió. También se menciona a Pablo en 2 Pedro 3.1 5-1 6.