Conocemos pocos detalles de la vida de María. Aparentemente era Magdala, en Galilea, y fue una de las primeras personas en seguir a Jesús. Jesús transformó su vida dramáticamente cuando la liberó de los demonios. Viajó con Jesús y sus discípulos, y ayudó a satisfacer las necesidades básicas del grupo.
Durante la crucifixión de Jesús, cuando la mayoría de los discípulos desapareció, fue una de las valientes que permanecieron al pie de la cruz. Fue también una de las mujeres que querían asegurarse de que Jesús recibiera un entierro apropiado.
«Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios» (Marcos 16.9).
Algunos han sugerido que, como los doce discípulos eran todos hombres, Jesús no consideraba a la mujer importante en su ministerio. Pero el papel de María Magdalena y de otras mujeres que siguieron a Jesús muestra que definitivamente eso no era así.
Jesús trató a la mujer en una forma que superaba las expectativas culturales de aquellos tiempos: las respetaba completamente como personas y las consideraba parte necesaria de su ministerio.
Quizás nos identifiquemos con María Magdalena, como mujer o como alguien que ha sido liberada de una vida de total esclavitud.
Ella era una marginada social, mujer de mala reputación. Pero gracias a su deseo de sanarse y a su obediencia ciega a Jesús, María Magdalena se convirtió en una persona importante en la historia de nuestro mundo. Su vida nos inspira valor para acercarnos a Dios con audacia, sabiendo que su amor nos alcanza a todos, sin importar nuestra situación. Él se especializa en casos difíciles.
Fortalezas y logros:
- María apoyó el trabajo de Jesús y sus discípulos.
- Estuvo presente en la muerte de Jesús.
- Fue la primera que vio a Jesús resucitado.
- Recibió la responsabilidad de comunicarles a los discípulos la buena nueva de la resurrección.
Debilidades y errores.
- De alguna manera, María Magdalena se había convertido en esclava de fuerzas demoníacas.
Lecciones para nuestra vida.
- Aquellos a quienes Dios les ha perdonado mucho con frecuencia son los más agradecidos.
- Dios quiere que la mujer juegue papeles esenciales en su ministerio.
- El perdón que experimentamos puedé motivarnos a vivir entregados a Dios.
La historia de María Magdalena se encuentra en Mateo 27.55-28.10; Marcos 15.40-16.11; Lucas 8.1-3 y Juan 20.1-18.
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