La más grande de las cartas de misión y oracion jamas escrita

Todo viajero que haya recorrido el mundo sabe que un viaje de miles de kilómetros demanda una planificación y preparación minuciosa. El viajero necesita preparar los fondos necesarios para cubrir sus gastos, debe planificar su itinerario, comunicarse con quienes se encontrarán con él en sitios lejanos y hacer todo esto con gran anticipación a su partida.

Si tales preparaciones son importantes para quién va a viajar unas pocas semanas, ¡Cuánto más cruciales han de ser para el misionero o inmigrante que piensa vivir meses o años en un país extraño!

Un pedido de ayuda de parte de un viajero internacional

Pablo no solo era el más grande misionero de su tiempo, sino también un experimentado viajero internacional. En Romanos 15:9 él declara que ya ha recorrido la mayor parte del Imperio Romano dando a conocer las Buenas Nuevas a cualquiera que estuviera dispuesto a escucharlas.

Al principio de su carta  a los cristianos romanos (Romanos 1:10-15) y nuevamente al fin de la misma (Romanos 15:22-29), Pablo les revela que uno de los importantes propósitos de su carta es preparar el camino para su anticipada visita a Roma.

Pablo está interesado no solo en que los romanos estén listos para recibirlo a él y a su proclamación de las Buenas Nuevas, sino aún más en que los cristianos romanos estén listos para ayudarle en su ya planificada misión a España.

...cuando vaya a España, iré a vosotros; porque espero veros al pasar, y ser encaminado allá por vosotros, una vez que haya gozado con vosotros.  (Romanos 15:24)

Toda la carta puede ser leída como un argumento destinado a convencer a los cristianos romanos para que sostengan la nueva obra de Pablo como apóstol a los españoles.

Al explicar el sistema fundamental de la salvación tan en detalle, Pablo está presentando la necesidad de que los nativos de España oigan el evangelio, pongan su confianza en Jesús, y reciban la justicia de Dios.

Por otra parte, al enfatizar la relación de los gentiles para con las promesas que Dios le hizo al pueblo judío, Pablo presenta la necesidad que tienen los gentiles españoles de oír las Buenas Nuevas, tal como los romanos las han oído:

¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?
¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: !!Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! (Romanos 10:14-15)

Es así que en la carta a los romanos vemos a Pablo, viajero internacional, misionero, recaudador de ofrendas y perito teólogo, transformarse en Pablo, el reclutador, reclutando a la iglesia de Roma para que se una a él en su tarea.

Les pide que lo ayuden (Romanos 15:24), que oren por él (Romanos 15:30), y que le ayuden a recrearse (Romanos 15:32). Hasta este punto de su ministerio, Pablo había sido comisionado y sostenido por la iglesia de Antioquía.

Sin embargo, al estar España situada en el extremo occidental de lo que se consideraba como el mundo conocido y civilizado, Pablo se daba cuenta de que necesitaba la asociación de los creyentes que vivían en el corazón del imperio.