Melquisedec, un personaje misterioso - La Pluma de un Ángel

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viernes, 15 de febrero de 2019

Melquisedec, un personaje misterioso

La Biblia tiene un personaje casi fantasmagórico que es mencionado solamente tres veces, pero que tiene gran importancia. Melquisedec aparece casi como "de la nada" en Génesis 14:18-20; es aquel sacerdote a quien Abraham mismo honra. Melquisedec nunca reapareció.
Sin embargo, en el Salmo 110 lo menciona al referirse al Mesías, el rey conquistador a quien los israelitas aguardaban. Y en el Nuevo Testamento, el libro de Hebreos le dedica más de un capítulo al significado de Melquisedec. ¿A qué se debe esto? La respuesta tiene que ver con el anhelo de Israel por un gran líder.

El Señor ha jurado y no se retractará[a]:
Tú eres sacerdote para siempre
según el orden de Melquisedec. (Salmos 110:4)

Israel tenía tres clases importantes de líderes: profetas, sacerdotes y reyes. Los profetas decían la verdad, revelando la justicia de Dios. Los reyes tenían que poner la justicia moral y legal en funcionamiento por ser cabeza del gobierno. Los sacerdotes tenían que ocuparse de que Dios se encontrase con su pueblo en el culto: representaban a Dios ante el pueblo, y al pueblo ante Dios.

Según la constitución israelita, otorgada por Dios, los reyes y los sacerdotes siempre procedían de tribus distintas: el sacerdote de la familia de Leví y el rey de la familia de Judá. Por lo general, un rey no podía ser sacerdote.

Un liderazgo total.

El Mesías, sin embargo, tenía que ser un líder total: un rey perfecto que gobierna con justicia, un profeta perfecto que revela la verdad de Dios, y un sacerdote perfecto que reúne a Dios con su pueblo.

Pero, ¿cómo podría este líder ser las tres cosas al mismo tiempo, si los sacerdotes y los reyes tenían que provenir de diferentes familias? ¿No violaría eso la ley de Dios?

El Salmo 110 sugiere una respuesta (que Hebreos 7 amplia). El ejemplo de Melquisedec demuestra que no es absolutamente necesario que un sacerdote provenga siempre de la familia "adecuada".

Melquisedec no era ni siquiera israeita, y mucho menos de la tribu levita. El nada sabía acerca del templo o de la ley del Antiguo Testamento, puesto que ambas realidades son posteriores a su época.

Sin embargo, su poder espiritual impresionó a Abraham. Melquisedec exhibió el tipo de liderazgo que Cristo traería. El fue a la vez sacerdote y rey. La breve alabanza del Salmo 110 aporta una de las hebras que vincula el Antiguo Testamento con el Nuevo Testamento. Sugiere que el Mesías seria mayor que David, y descendiente de David. Y al buscar las raíces del Mesías en Melquisedec, estableció su credibilidad como sacerdote y rey.

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