El comienzo de Números encuentra a los israelitas aprestándose para una gran aventura. Libres a fin de las cadenas de la esclavitud, se encaminan hacia la tierra prometida. Sin embargo, este libro que comienza con estallido de vigor, concluye con un gemido de impotencia.
Las semanas, los meses y finalmente los años de trayecto por un desierto hostil parecen haber derretido el espíritu de aventura. Los israelitas actúan como gente que ha perdido su norte. Con inexorable detalle, Números registra una larga secuencia de quejas y rebeliones.
Aconteció que el pueblo se quejó a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira... (Números 11:1)
Un desvío de cuarenta años
Las primeras quejas procedieron de los estómagos, a medida que los israelitas comenzaban a anhelar las especias de Egipto. Pronto, la gran multitud se transformó en una masa revoltosa.
Al menos diez veces voceó su desesperación o se alzó en rebelión abierta. Se revelaron contra sus líderes y denunciaron a Dios en voz alta. La rebelión se extendió a los sacerdotes, luego a los exploradores militares, a la familia de Moisés y finalmente a Moisés mismo.
El título hebreo original de este libro no era "Números" sino "En el desierto", y esta compacta frase expresa algo del sentido de desvalorización que tenían los israelitas. Rodeados de naciones hostiles, tuvieron que marchar bajo un sol abrasador por un desierto plagado de serpientes, escorpiones y sequías.
Aun hoy en día quienes visitan el desierto de Sinaí se asombran de que toda una nación deambulara por ese territorio durante tanto tiempo. Una marcha a través de ese desierto debería haber durado más o menos dos semanas. En vez de ello, duró casi 40 años.
Números abarca todos los años de ese deambular y concluye donde el viaje comenzara: en el mismo lugar (Cades) donde había fallado la fe de los israelitas. De los muchos miles que salieron de Egipto, sólo dos adultos, Josué y Caleb, llegarían a la tierra prometida.
Una clase de historia diferente
La mayor parte de las historias antiguas son muy diferentes de este libro. Narran logros heroicos de grandes guerreros y de líderes sin tacha. Con una monotonía casi aplastante, Números presenta un cuadro mucho más realista. Muestra los primeros síntomas, toda la progresión y el trágico error de las quejas y de la incredulidad.
Los israelitas perdieron la fe no solamente en sí mismos, sino también en su Dios. A causa de ello, toda una generación de esta nación ha quedado enterrada en la zona conocida como península de Sinaí.
Las referencias a "errar por el desierto" aparecen una y otra vez en la Biblia. Este período de rebelión dejó una marca indeleble en el pueblo hebreo. ¿Qué fue lo que falló? El libro de Números nos ha sido dado para que los supiéramos.
El apóstol Pablo indica que estos fracasos "les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestamos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. Así que, "el que piensa estar firme, mire qué no caiga" (1 Corintios 10:11-12).
Cómo leer Números
La gente que intenta leer Números de punta a punta muchas veces se aleja confundida o desalentada. El libro comienza con una larga descripción de un censo y de allí pasa a dar listas de leyes y rituales.
Estos eran los registros oficiales de una nación y cada palabra tenía gran significado para los israelitas. Pero, a diferencia de Levítico, Números no está constituido mayormente por estas extensas descripciones. Se centra más bien en relatos, entre los cuales se entretejen leyes y ritos. Los relatos son emocionantes y algunos de ellos, como el de Balaam, son muy notables.
La acción de Números toma lugar en tres marcos ambientales diferentes:
- Los capítulos 1-14 comienzan en el mismo sitio en que concluyó Éxodo, al pie del monte Sinaí.
- Los capítulos 15-19 abarcan un período de 37 años, el período de la deambulación por el desierto. El resumen que hace Moisés en el capítulo 33 menciona 42 paradas en el desierto, pero Números se ocupa de muy pocas de ellas.
- Los capítulos 20-36 se ocupan de toda una nueva generación de israelitas, que está ocupada en las preparaciones finales previas a la invasión.
Al leer Números, le será útil tener algún tema mayor en mente; tal como el de las murmuraciones, o el de las rebeliones. Muévase a través del libro observando ejemplos de este problema.
Los estallidos más notables ocurren en los capítulos 11, 12, 13, 14, 16, 20 y 21, al menos diez sucesos en total. Preste atención a la causa de cada rebelión, y también a la respuesta de Dios. ¿Puede ver paralelos entre las experiencias de los israelitas y las de su propia vida?
Números nos ofrece asimismo una oportunidad de profundizar en el liderazgo de Moisés, al mostrarnos su respuesta ante cada crisis. ¿Una ilustración: de su prominencia? El libro dice más de 80 veces que "habló Jehová a Moisés".
Distinga las cualidades, tanto positivas como negativas, que le convirtieron en un líder tan eficaz. Otras partes de la Biblia hacen referencia frecuente a Números. Algunos de los salmos históricos, tales como los Salmos 78, 105, y 136 reformulan poéticamente estos acontecimientos.
Excelente aporte de números.
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