Job, su familia y sus amigos - La Pluma de un Ángel

Recientes

Blog cristiano que expone la biblia a través de artículos, reflexiones, estudios e historias que llenaran tu corazón de Dios.

martes, 29 de enero de 2019

Job, su familia y sus amigos



No es fácil vivir una tragedia. Quizá es la terrible sensación de pérdida que sentimos. Tal vez es el deseo de saber por qué aquello nos deja sintiéndonos alejados y solos. ¿Se debió a algo que hicimos? ¿Fue culpa de otra persona? ¿Por qué Dios permite que esto pase? Estas preguntas quedan a menudo sin respuesta.

Muchos de nosotros, mientras hacemos nuestro recuento moral y escudriñamos en las capas de negación en nuestra vida, comprendemos que nuestro sufrimiento es consecuencia de nuestros comportamientos adictivos. Pero en el caso de Job esto no era cierto. Él era un hombre piadoso con sanas relaciones familiares. Estuvo dispuesto a examinar con sinceridad su vida, pero no logró encontrar faltas o deficiencias particulares.

Cuando Job lo perdió todo en un día —riquezas y familia—, la pregunta ¿por qué? era bien adecuada.

Sin embargo, aun después de sus grandes pérdidas, Job continuó glorificando a Dios. Poco después de perder todo lo que tenía, perdió también la salud. ¿Por qué estaba pasando todo aquello, y Sobre todo por qué le estaba pasando a una persona correcta? Esa era la pregunta en la mente de Job, su esposa y los amigos que lo visitaron en su sufrimiento.
«...tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo» (Santiago 5.11).
Tal pregunta se hace con frecuencia, pero en definitiva no tiene respuesta desde nuestro limitado punto de vista humano. Debemos hacernos esta pregunta al tratar de seguir nuestro camino a través de las tragedias que enfrentamos en la vida.

Todos abemos que los sufrimientos de Job resultaron de discusiones entre Dios y Satanás (Job 1:6-12; 2:1-7). Pero Job y los demás no tenían idea de lo que estaba ocurriendo en el mundo espiritual invisible; sólo podían suponer o especular.

Los amigos de Job creían que él estaba viviendo en negación, ocultando pecados y faltas que eran la causa de su sufrimiento. Sabiendo que su corazón era puro, Job no estaba de acuerdo con las explicaciones de sus amigos. Pero aun así, no tenía una respuesta cierta a la persistente pregunta: ¿Por qué?

A medida que pasaba el tiempo, Job se enojaba más y se confundía, hasta que incluso empezó a cuestionar la justicia de Dios. Job perdió por fin su discusión con el Señor. Aunque Dios no le explicó por completo a Job la razón de los desastres que le habían ocurrido, sí lo llevó al punto del autoexamen.

Esto amplió el entendimiento de Job y le dio la adecuada perspectiva para seguir viviendo. Ni Job ni ninguna otra persona que haya sufrido una pérdida grave pueden entender por completo por qué suceden tales catástrofes.

Pero si estamos dispuestos a confiar en el Dios de la recuperación y poner nuestra vida en sus poderosas manos, se puede llevar a cabo un restablecimiento equilibrado como ocurrió en la vida de Job.


Fortalezas y logros:
  • Job era conocido por su piedad.
  • Job demostró ser buen padre y esposo
  • Con sobrada razón, Job también es famoso por su paciencia y su perseverancia. 
  • Los amigos de Job tenían buenas intenciones cuando lo visitaron.
Debilidades y errores:
  • Los amigos de Job hicieron sus juicios basados en apariencias externas, sin una comprensión verdadera de la situación.
  • La esposa de Job permitió que sus pérdidas se interpusieran entre ella y Dios. 
  • Job mostró cierto orgullo con el que debía lidiar.
Lecciones para nuestra vida:
  • Los desastres pueden llegar incluso a las personas más morales o piadosas.
  • Cuando sufrimos una pérdida importante, no debemos ocultar nuestro enojo; al contrario, debemos dejar que se manifieste.
  • En momentos de pérdida no debemos dejar que el orgullo nos impida hacer un recuento sincero, de nuestra vida.
La historia de Job, su familia y sus amigos se narra en el libro de Job. También se hace referencia a él en Ezequiel 14.14, 20 y Santiago 5.11.

No hay comentarios:

Publicar un comentario