«Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible» (Hebreos 11.27)
Un defecto en una moneda antigua a veces aumenta su valor. Un defecto en una joya hará que tenga una devaluación importante. Los defectos en la vida de Moisés tuvieron ambos resultados. A la luz de sus muchos defectos, la grandeza de Moisés como líder es notable.
Luchó constantemente contra las debilidades que lo acosaban. Las dudas lo invadían y casi lo llevaron a no aceptar el llamamiento inicial. Con frecuencia Moisés actuó impulsivamente ante situaciones que ocurrían a su alrededor sin pensar en Dios y sin escucharlo.
Mató al capataz egipcio para proteger a un esclavo hebreo. Se puso en medio para arbitrar en una disputa entre dos hebreos. Llegó a desobedecer una orden directa de Dios, y golpeó la roca para obtener agua cuando Dios le había ordenado que le hablara y lo honrara.
Moisés era impulsivo y con frecuencia eso lo metió en problemas. Además, tuvo que aprender a limitarse y dejar que otros participaran en su liderazgo sobre el pueblo que tenía a su cargo.
Hubo un momento en que trabajaba desde el alba hasta el anochecer sólo para resolver disputas entre las personas. Pero las debilidades son sólo un lado de la moneda; el otro lado está estampado con sus puntos fuertes.
La duda sobre sí mismo y los temores personales dieron a Dios la oportunidad de mostrar su poder. Dios convirtió a un pastor fugitivo en un gran líder nacional. Dios lo llamó a su presencia. Dios no podría haber utilizado a una persona soberbia y fuerte de esta manera. Dios también utilizó para bien las tendencias impulsivas de Moisés.
Cuando mató al egipcio para proteger al esclavo hebreo, Moisés huyó de Egipto al desierto en un éxodo personal. Pero con esto Dios lo estaba preparando para sacar de esa tierra a su pueblo. La capacidad de Moisés para reaccionar en las crisis indudablemente lo fortaleció como líder de una gran nación peregrina.
Fue decisivo al enfrentar los conflictos; sabía lograr que se hicieran las cosas. El lado positivo de la falla de Moisés en limitarse personalmente fue su sacrificado liderazgo de muchos años.
Moisés perseveró a pesar de muchos altibajos. Ascendió a muchas cumbres de experiencia, períodos de fe y entrega a Dios que resultaron en un extraordinario desarrollo espiritual. Sin embargo, también tuvo períodos en los que la falta de paciencia y de fe o la duda personal le causaron problemas.
Las Escrituras y Dios mismo proclaman a Moisés como una de las personas más grandes que haya existido. A pesar de sus altibajos emocionales y sus períodos de duda personal, Dios lo usó para grandes cosas. Eso nos concede la esperanza de que Dios también puede usarnos de un modo maravilloso si nos rendimos a él.
Fortalezas y logros.
- Fue uno de los líderes más grandes del Antiguo Testamento.
- Demostró gran fe y valor al seguir a Dios.
- Fue un ejemplo de entrega de sí y de humildad.
- Estuvo dispuesto a aceptar el consejo sabio de Dios y de otros.
Debilidades y errores.
- A menudo actuó en forma impulsiva sin buscar a Dios para pedir dirección.
- A veces la duda de sí mismo casi lo paralizaban.
- Dio muestras de no saber limitarse.
- No seguir al detalle el mandamiento de Dios para sacar agua de la roca lo dejó fuera de la tierra prometida.
- Para enfrentar los altibajos de la vida hay que hacerlo con fe en Dios y consagración a sus planes.
- No necesitamos ser perfectos para que Dios nos use en gran manera; quizá todavía estamos «en proceso».
- Necesitamos límites para no convertirnos en adictos al trabajo y evitar la depresión y el agotamiento.
Referencias:
-La historia de Moisés abarca los libros de Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.
-El nombre Moisés, a menudo asociado a la ley, se encuentra a través de todo el resto de la Biblia. -También se habla de Moisés con cierta extensión en Hechos 7.20-40, 44, y en Hebreos 11.23-29.
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