La sorprendente fe de Rahab

Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz (Hebreos 11:31)

FUENTE: http://patrullerosdeoracion.org

Es sorprendente que una prostituta pagana demostrara una fe, aunque fuera rudimentaria, en Dios. Puesto que creyó, Josué encontró una inesperada aliada dentro de los muros de Jericó. Cuando sonaron las trompetas y el pueblo marchó ruidosamente, Rahab* reunió a sus padres, hermanos, y hermanas junto a ella, en espera del rescate.

Una sencilla cuerda escarlata atada a su ventana avisaría a los conquistadores que debía perdonar a las personas que allí estaban. Gracias a su fe sorprendente, su familia se libró de la destrucción.

Dada su profesión, seguramente Rahab no tenía la costumbre de poner límites a su conducta. Quizá no tuviera conciencia del pecado que cometía. Su fe, como su trabajo, surgió de la necesidad. Por sobre todo era práctica, y para ella era lógico creer en el poderoso Dios hebreo.

Observó que el miedo había paralizado a su pueblo, y reconoció su impotencia en esta situación. La caída de Jericó era inevitable. El Dios que dividió el mar, seguro podía derribar los muros. Su capacidad de ver la realidad la predispuso a la fe.

Ayudar a los hombres de Josué fue un riesgo que tomó, pero Rahab actuó con valor y osadía. Mostró fidelidad  al esconder a los espías y darles una información vital. Se puede cuestionar su estrategia de engañar al rey, aunque en ningún lugar de la escritura se le critica por los métodos. Al contrario, su elogia por su justicia y su fe.

Después del rescate, Dios dio a Rahab lo que nunca soñó que fuera posible en Jericó: la oportunidad de romper con el pasado y empezar una nueva vida. Rahab y sus familiares encontraron lugar entre los israelita, pero más aún: se casó con Salomón y recibió un hijo como bendición, Booz. Este llegaría a ser el bisabuelo del rey David, de cuya estirpe nació Jesús.

La transformación de Rahab demuestra una vez más que Dios se dedica a transformar vidas. Rahab resplandece como un ejemplo estelar de una segunda oportunidad, un pasado olvidado y una vida recuperada. Aunque la historia de nuestra recuperación no sea tan dramática, Dios puede recoger los pedazos rotos y facilitar un nuevo comienzo.

Fortalezas y logros.

• La fe de Rahab en Dios se hizo visible en sus hechos.
• Rehab amaba mucho a su familia y se preocupaba mucho por ellos.
• Reconoció la realidad irremediablemente de su situación y estuvo dispuesta a volverse de su vida antigua de pecado a una nueva vida de fe.
• Buscó ayuda donde tenía que buscarla: en Dios y su pueblo.

Debilidades y errores.

• La confianza inicial de Rahab en Dios parece motivada más por pragmatismo que por temor y gratitud.

Lecciones para nuestra vida.

• Dios vive y está dispuesto a facilitarnos un nuevo comienzo cuando estamos dispuestos a cooperar con sus planes.
• Nada es imposible para Dios.
• Una visión correcta de Dios nos convence de su poder y dignidad. 

 *La Historia de Rahab se relata en Josué 2:1-21, 6:17-25